Acariciar a un gato no solo es un momento de unión importante entre el animal y su cuidador, sino que también puede ser beneficioso para la salud.
Un estudio reveló que acariciar a un gato durante tan solo 10 minutos puede reducir los niveles de cortisol, la hormona asociada al estrés, en el cuerpo humano.
Sin embargo, es esencial reconocer que existe una manera correcta e incorrecta de acariciar a un gato.
Una caricia inapropiada puede provocar ansiedad, comportamiento agresivo y rechazo por parte del felino. Por lo tanto, comprender cómo acariciar a un gato de manera adecuada es crucial.
¿Les gusta a los gatos que los acaricien?
Determinar si un gato desea ser acariciado es el primer paso. Algunos felinos son más afectuosos físicamente que otros.
Los gatos comunican su disposición a ser acariciados mediante señales claras de lenguaje corporal:
- Se acercarán por iniciativa propia.
- Su cuerpo estará relajado mientras se dirigen hacia ti.
- Sus orejas estarán erguidas y orientadas hacia adelante, y su cola alta y curvada en forma de signo de interrogación.
- Puede frotar su barbilla, mejillas o frente contra tu mano.
Si un gato muestra estos signos, es una invitación a acariciarlo. En contraste, si el felino no está dispuesto, lo demostrará evitando el contacto, escondiéndose o mostrando un lenguaje corporal tenso y orejas aplastadas.
En estos casos, es fundamental detener cualquier intento de acariciar y darle espacio al gato.
Cómo acariciar a un gato
Para acariciar a un gato siguiendo las pautas generales:
- Extiende tu mano para permitir que el gato la olfatee y se frote contra ella, lo que indica su disposición a ser acariciado.
- Inicia la caricia suavemente, prefiriendo movimientos suaves en la barbilla, mejillas, espalda y base de la cola, evitando caricias bruscas o firmes.
- Observa el lenguaje corporal y vocalizaciones del gato para asegurar que disfruta la interacción. Si el gato sigue frotándose contra tu mano o ronroneando, es señal de que está a gusto.
- Evita áreas dolorosas o estresantes, como zonas con artritis o postoperatorias. No es recomendable forzar la interacción cuando el gato se encuentra escondido o desea estar solo.
Dónde les gusta a los gatos ser acariciados

Los gatos prefieren ser acariciados en áreas con glándulas de feromonas, como mejillas, barbilla, frente y base de la cola, ya que estas zonas fomentan relaciones sociales positivas.
Algunos pueden disfrutar caricias en la nuca y partes de la espalda.
Dónde no acariciar a un gato
Se debe evitar acariciar el estómago, pecho, patas o cola de un gato, ya que estas son áreas vulnerables o sensibles.
Si es la primera vez que interactúas con un gato, es mejor abstenerse de tocar estas zonas hasta que el gato se muestre más cómodo contigo.
Siguiendo estos principios básicos, es posible disfrutar de una experiencia positiva al acariciar a tu mascota.
Si tu gato muestra agresividad constantemente durante las sesiones de caricias, es aconsejable consultar a un veterinario para descartar cualquier condición médica o preocupación conductual.
Con información de petmd.com
